El Castillo de Pioz

El Castillo de Pioz, es fuerte y robusto y ha resistido como pocos el paso de los años. Situado en la provincia de Guadalajara, estamos ante un castillo-palacio, pues tiene las defensas de una fortaleza y en su interior una planta residencial. Es un monumento declarado Bien de Interés Cultural desde 1990 y es uno de los mejores Castillos conservados de la provincia, sin haber tenido ningún tipo de restauración.

Las excavaciones arqueológicas que se han desarrollado en el interior del recinto durante los años 1999 a 2002 han puesto de manifiesto la estructura interna del Castillo, poniendo al descubierto las estancias de las caballerizas, almacenes, bodega y un patio central.

Las excavaciones arqueológicas que se han desarrollado en el interior del recinto durante los años 1999 a 2002 han puesto de manifiesto la estructura interna del Castillo, poniendo al descubierto las estancias de las caballerizas, almacenes, bodega y un patio central.

Nos situamos en la segunda mitad del Siglo XV, en la provincia de Guadalajara y con la familia Mendoza en todo su esplendor, construyendo en la capital sus Casas Mayores y Conventos, con su construcción más espléndida, el Palacio del Infantado.

Pioz, en sus orígenes pertenece a la los territorios del Común de la Villa de Guadalajara, tierras que pasan a manos del rey y que va a ser una de las posesiones de la familia Mendoza tan importante en la época, pues en 1430 el Rey entrega Pioz y otros lugares a D. Iñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana. Fue su hijo el Cardenal Mendoza quién heredó estas tierras, pero en 1469 hizo un trueque con el noble castellano Alvar Gómez de Ciudad Real, llamado el Viejo, secretario del rey Enrique IV, de estos lugares por la ciudad toledana de Maqueda.

Las recientes investigaciones realizadas por César Gómez Fraguas, Cronista Oficial de Pioz, que están publicadas en la página web del Ayuntamiento, datan la construcción del Castillo hacia finales de la segunda mitad del siglo XV. Hasta ahora, no se han podido documentar las fechas concretas de realización, si bien se puede acotar entre 1470, donde el análisis del documento de trueque entre Alvar Gómez y Pedro González de Mendoza muestra claramente que no existia, o quizás unos años después, a partir de la venta de Valfermoso de Tajuña, que pudo apoyar su financiación, y 1492, cuando las obras documentadas de ampliación de la iglesia se realizan aprovechando la disposición de medios humanos y materiales empleados para el Castillo, seguramente una vez finalizada la construcción de este monumento.

Como señala César en sus interesantes y exhaustivos estudios sobre la Historia de Pioz, la llegada de Alvar Gómez implicó el impulso de las construcciones más importantes del lugar y que, tras 500 años, han llegado hasta nuestros días: el Castillo cuya construcción inició el propio Alvar, para uso suyo y de su familia o la ampliación de la Iglesia de San Sebastián, en cuya financiación se tiene constancia que participo su hijo Pedro, como II Señor de Pioz. Alvar Gómez de Ciudad Real, también obtuvo la aprobación del Rey Enrique IV para la formación de una Mayorazgo para sus posesiones, que lleva a efecto en 1475 con la inscripción de Pioz como Cabeza de Mayorazgo y el título de Villa y de este modo se convirtió en el I Señor de Pioz.

Como se indica al principio, estamos ante un castillo – palacio para uso residencial, pero no hemos de olvidar su función defensiva y estratégica, si lo situamos en relación con el resto de las fortalezas de la provincia, pues entre todas formaban una muralla en la que los señores tenían una posición privilegiada y no dependían del poder central y el resto de gobernantes durante las disputas nobiliarias de los siglos XV y XVI.

Pudo ser utilizado por la familia Gómez de Ciudad Real como residencia durante las primeras generaciones, pero no hay constancia de que se usara como bastión defensivo. Desde finales del siglo XV en adelante la actividad cultural y política se desarrollaba en la capital, Guadalajara, con la construcción del Palacio del Infantado, y los nobles se desplazaron a la ciudad y también edificaron sus Casas Mayores. 

En 1488 nace Alvar Gómez de Ciudad Real, el joven, tercer señor de Pioz, hijo único de Pedro Gómez y heredero del importante mayorazgo que fundó su abuelo, el secretario de Enrique IV. Sucedió a su padre en el señorío y fue gentilhombre de los Reyes Católicos. Estuvo al servicio del tercer Duque del Infantado y luchó en las guerras de Nápoles 1504 y Florencia 1512, así como en la batalla de Pavía 1525 junto a los Mendoza, distinguiéndose además como intelectual de ideas erasmistas.

A pesar de su prestigio y su influencia con sus permanentes viajes y su dedicación, como buen humanista, a las armas y las letras, Alvar no llegó a ser un buen administrador, obligando a sus descendientes a ir perdiendo las posesiones heredadas del señorío hasta llegar a 1619 en que Luis Gómez de Ciudad Real muere sin descendencia.

Pioz y su Castillo, pasan a manos de Antonio de la Cerda, descendiente de la Casa de Medinaceli, que se convierte en el VI Señor de Pioz, pasando a partir de él, el mayorazgo al apellido de la Cerda hasta el siglo XIX, en que murió sin descendencia la última heredera, Vicenta de la Cerda y Oña, finalizando el Mayorazgo y Señorío, pasando posteriormente el Castillo a manos privadas hasta hace unos años, en que fue expropiado por el Ayuntamiento de Pioz, su actual propietario.

Nos preguntamos el motivo por el cual entre los lugares que recibió Alvar Gómez de Ciudad Real decidió construir aquí este Castillo. Si nos situamos en la cara que mira hacia la aldea, y giramos la vista desde el sur hacia el oeste vemos la Cañada Real Galiana, un camino creado como paso de personas, mercancías y ganado, y por el que se pagaba un tributo a los nobles por el paso por sus tierras. Esto genera una importante fuente de ingresos y de ahí que decidieran edificarla en Pioz y que la construcción tenga el carácter de fortaleza.

Hasta el momento, no se ha encontrado mucha documentación acerca de la edificación del Castillo de Pioz, al contrario que en la construcción de la Iglesia, que César Gómez ha estudiado en los Libros de Fábrica donde se detalla cada obra y reforma, su coste, los materiales y los canteros que la realizaron. El arquitecto de los Mendoza es Juan Guas y por esas fechas también desarrolló su actividad también Lorenzo Vázquez, los dos arquitectos más importantes de la época. César continua sus investigaciones que esperamos den sus frutos en próximos artículos que se irán publicando.

La Fortaleza

El Castillo de Pioz, es de piedra y pesa mucho… dice el cantar. Sí, en este monumento se aprecian dos tipos de construcción: el edificio del Castillo tiene los muros de mampostería (están formados por piedras sin labrar o labradas toscamente, que se colocan en dos paramentos, realizándose posteriormente su relleno) y las torres y el muro exterior que son de sillería, formados por piedras labradas finamente, de forma que las piedras se sostienen mutuamente por yuxtaposición asentándose sobre otras mediante mortero. Destaca la verticalidad y rectitud de la Torre del Homenaje.

Una fortaleza imponente y robusta que se ha conservado en pie más de quinientos años, sin perder su estructura original.

Castillo de Pioz. Un castillo en la llanura
Cara oeste. Torre del Homenaje
Cara este: Torreones
Cara norte: Muro exterior

Como se ve en este plano que dibuja la planta del Castillo, un esbozo del historiador D. Francisco Layna Serrano en 1932, podemos distinguir tres partes en la edificación: 

1.- Desde el exterior vemos todos los elementos de una fortaleza defensiva: 

   – Situada en la llanura con una gran explanada que se divisa por completo desde las dos torres de la cara oeste. 

   – El foso y el muro con escarpa (falsabraga) para dificultar el acceso. 

   – Un sistema de defensa eficaz con la falsabraga que rodea al castillo y con varios torreones y sus troneras. 

   – Se complementa esta defensa con las cuatro torres que dominan todos los puntos de acceso a la fortaleza. 

   – La entrada al patio de armas está en la cara oeste, y el puente levadizo en la cara sur, por lo que hay que recorrer parte del paseo de ronda, vigilado por los soldados posicionados a lo largo del adarve, hasta llegar a la puerta de acceso al patio de armas.

 
 
Cara sur. Puente levadizo de entrada al recinto

El Castillo está rodeado por un foso que impide el acceso a la fortaleza y la entrada es a través de un Puente Levadizo del que conserva el estribo, la parte exterior donde apoyaría la madera al caer, ahora tapado para poder acceder al interior. Los machones que protegen el puente sostienen el arco de medio punto bajo el cual hay una doble puerta. Sobre el arco estarían los matacanes, parapeto que sobresale al nivel de los dos torreones laterales para defender la puerta. Cuando pasamos al interior, se ve el hueco en el muro en el que se guardaría una viga gruesa de madera que se sacaría para asegurar el segundo portón desde el interior.

La parte inclinada de la falsabraga se denomina alambor o escarpa. Evita el acercamiento de máquinas de asalto y provoca el rebote de piedras lanzadas desde lo alto del muro. 

Los torreones, sobresalen de la muralla para reforzar la defensa, de modo que se ve por las troneras si alguien se acerca al muro y desde ahí también se puede defender.

Puente elvadizo con los baluartes defensivos para impedir el acceso al interior

2.- Cuando entramos en el Castillo 

Andamos por la liza, o camino que separa las partes principales del edificio: el edificio del Castillo en sí y sus cuatro torres y la falsabraga, que es una construcción posterior.

Es aquí donde van todos los elementos que permiten la defensa externa de la fortaleza.

Esta muralla exterior estaría acabada con unas almenas y está jalonada por varios torreones, comunicados por el adarve o paseo de ronda al que se accede por unas escaleras. En estos torreones, están las cámaras de tiro con las troneras de cruz y orbe, con su abocinamiento interno. Son de dos pisos, lo que aumenta el poder defensivo al dominar dos alturas desde el interior.

Liza con escaleras de acceos al paseo de ronda
Interior del torreón. Las cámaras de tiro son abocinadas y la tronera de cruz y orbe

Continuamos por la liza rodeando el edificio principal del Castillo y en su cara norte encontramos la Poterna, una puerta disimulada que conecta por el foso para poder salir del recinto sin ser visto, con una empinada y estrecha escalera en ángulo también muy fácil de defender. En su cara este se encuentra un pozo con paredes de sillares.

Liza con el pozo y los muros con entrada y salida de las aguas del recinto interior
Poterna con acceso al foso. Su estrecha escalera dificulta la entrada a la Liza

3.- El edificio del Castillo.

El acceso al patio de armas es a través de dos puertas, ambas de doble hoja. Se aprecian en el quicio de cada puerta las ranguas donde encajaban los ejes de las puertas.

Doble puerta de acceso al interior del edificio. Al fondo el patio central.

El edificio del Castillo es de planta cuadrada, con altos muros en los que se abren amplios ventanales en la planta superior. En las esquinas tiene tres torreones circulares y la torre del homenaje de planta irregular, circular y cuadrada, cuyo acceso era a través de otro puente levadizo y por una escalera de caracol se accedía a las distintas plantas.

No se conservan las dovelas que conformaban el arco de medio punto en la entrada al patio central. En cambio, se conservan las del lado interior de la Poterna. También aprecia que las paredes de la zona residencial estaban enlucidas y posiblemente policromadas.

En las esquinas del edificio se alzan fuertes torreones de planta cilíndrica, y los muros están rematados por una gruesa moldura sobre la que se alzaban esbeltas almenas, también desaparecidas.

Torre del Homenaje y su acceso por un puente levadizo

En el patio de armas sólo se conservan los muros, pero tenía más edificaciones adosadas a ellos. Vemos las marcas de las distintas edificaciones en los muros por las líneas que marcan los mechinales, o huecos en los que estaban empotradas las vigas que sustentan las distintas plantas. Distinguimos la presencia de la planta inferior, después una planta de seis metros de altura donde estarían las cocinas y los aposentos de los criados y soldados, y por último una planta residencial, de unos cuatro metros de altura, con amplios ventanales en cada una de las caras del edificio, con espléndidas vistas a la villa y todo su entorno.

Muros con las marcas de las plantas y grandes ventanales

La Torre del Homenaje, diferente y más elevada, que tenía las habitaciones principales donde vivían los señores, es la más defendida y se accedía a ella por una escalera con un puente levadizo. Las torres circulares, más pequeñas, en las que también se viviría hay otras habitaciones a las que corresponden las ventanas que vemos.

Interior de la Torre del Homenaje. Se ven los mechinales que indican varias plantas.
Ventanales también en la torre y hueco para una chimenea en la planta superior
Hueco interior por el que se accede a las plantas de la Torre
Entrada por el puente levadizo

El acceso a los torreones de cada esquina es independiente desde cada planta del edificio.

Planta inferior.
Zona caballerizas

Las labores de excavación han puesto al descubierto toda la estructura de la planta sótano con las caballerizas y almacenes. Un estudio con georradar del subsuelo del patio central ha desvelado la existencia del aljibe que recogía las aguas de la lluvia.

Estamos ante una construcción imponente, que ha perdurado ya más de 500 años y se mantiene erguida para ser vista desde la lejanía. Cuando salimos del monte de Guadalajara, viniendo desde la capital, ya se contemplan las torres del Castillo de Pioz que domina toda la llanura de esta meseta alcarrea situada entre las cuencas de los ríos Henares y Tajuña. Tierra de montes y también con amplios llanos dedicados al cultivo del cereal, tiene también varios manantiales que vierten sus aguas durante todo el año a los arroyos que recorren el término de Pioz.

El Castillo de Pioz está catalogado como Monumento y declarado Bien de Interés Cultural

Bien:

Castillo de Pioz

Comunidad Autónoma

Castilla La Mancha

Provincia

Guadalajara

Municipio

Pioz

Categoría

Monumento

Código

(RI) - 51 0006820 000000

Fecha de Declaración

07 de diciembre de 1990

José Antonio Gutiérrez Cobo

Amigos del Castillo de Pioz

Diciembre 2022

José Antonio Gutiérrez Cobo

Amigos del Castillo de Pioz

Diciembre 2022

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